viernes, 15 de diciembre de 2017

Argentina 2017. Otra vez en la Encrucijada.


  1. El péndulo clásico de la Política Económica argentina (y el péndulo político que lo acompaña) ha vuelto a su posición afín con el esquema agroexportador y de dominancia financiera. Como sabemos el péndulo es el resultado de los límites de los dos proyectos políticos que se disputan el espacio, el nacional popular y el neoliberal. El primero mejora a las mayorías populares pero al no dar el salto al Desarrollo parece frenarse. El segundo irrumpe denunciando al supuesto populismo como la causa de todos los males y prometiendo el cielo, aunque termine su parte del ciclo con un infierno.
  1. A diferencia de otros episodios, en esta ocasión los límites del proyecto nacional popular no se manifestaron en forma de crisis profunda, lo que resta en principio crédito y margen al avance Neoliberal.
  1. Sin embargo y como contrapartida, la hegemonía cultural neoliberal aparece con máxima fuerza, recordando en algún sentido a la Revolución Libertadora, por sus ambiciones de restitución del estatuto del pasado. Las clases medias han sido cooptadas temporariamente hacia un imaginario aspiracional de derecha cool, lo cual afecta el margen de maniobra política y el espacio reinvindicatorio del movimiento obrero organizado. El odio emergente se dirige en apariencia hacia el kirchnerismo, pero busca también afianzar la grieta de exclusión social.
  1. En el ámbito internacional, no alcanza a visualizarse una reacción adecuada frente al Neoliberalismo, pese a que se mantiene estancado el mundo capitalista y la Gran Recesión aun muestra sus daños. También aquí, la hegemonía cultural de las derechas y la miopía de las izquierdas convalida coaliciones electorales conservadoras. Pareciera como si se fuera dando calladamente una alianza entre clases altas y medias contra minorías trabajadoras y/o desocupadas, que aunque alcanzan en ocasiones a un 35% de la sociedad, no encuentran estrategias para que su lucha se haga mayoritaria.
  1. La única reacción integral frente a este fenómeno proviene de un ámbito en apariencia ajeno a lo Político. Es la  oposición racional y universal que ejerce la Iglesia Católica, en especial a partir de la asunción del Papa Francisco, que denuncia el pecado de un sistema creador de pobreza pero también de destrucción planetaria. La anarquía, la xenofobia y el yihadismo irracionales son por otra parte los fenómenos salientes, allí donde todo se ha hecho intolerable, pero tal como es su naturaleza, no pueden constituir una alternativa.
  1. Existe además en lo geopolítico la emergencia de poderes alternativos, como China, India y Rusia, pero estos apenas inciden en el espacio donde Wall Street y Londres ejercen su hegemonía. Por lo demás Latinoamérica presenta un reflujo de los movimientos populares, con la excepción de Bolivia y hasta hace poco Ecuador. Este reflujo no es parte de un simple ciclo. Las coaliciones neoliberales han aprendido a concretar asaltos al Poder sin militares, o pese a estos. La dominancia mediática y financiera desestabiliza a quienes se le oponen. En Latinoamérica al menos, la Democracia Liberal ya no funciona como tal. El control empresario de los medios de comunicación y de la Justicia, es la nueva forma de Autoritarismo antipopular, más insidioso que los anteriores por cuanto confunde a las conciencias.
  1. Argentina ha presentado y presenta la distintiva particularidad de contar con un movimiento político y sindical, el Justicialismo, capaz de articular respuestas más flexibles frente a esta situación de debilidad de los movimientos populares. Esto ha sido señalado por los intelectuales reaccionarios como la causa de nuestro estancamiento relativo, sin considerar que en el resto del subcontinente donde la supuesta anomalía justicialista no existió, tampoco se ha logrado el despegue hacia el Desarrollo integral. La particularidad argentina es en realidad otra. El Justicialismo posee en general un alto nivel de capacidad para impulsar la puja distributiva o recuperación del poder adquisitivo del salario y esto trastoca el orden conservador. Sin embargo la suspensión de la puja distributiva (dictadura militar, menemismo) tampoco es condición para la supresión del péndulo, como se ha demostrado con las sucesivas crisis internas de los propios programas neoliberales. La suspensión de los reclamos laborales puede bajar la inflación en alguna medida, pero explota por el lado de la desocupación y las quiebras.
  1. El Endeudamiento Externo masivo es la reiterada y única estrategia del gobierno, con lo que repite sin creatividad alguna las estrategias de Martínez de Hoz y Cavallo, cuyos finales sólo olvidan los que lucraron con ellos. Este endeudamiento es catastrófico a mediano y largo plazo, por cuanto sólo mínimamente va a Inversión y nunca moderniza el perfil productivo. Pero a corto plazo, como en aquellas experiencias, puede brindar un período de consumismo a ciertas capas sociales. La Pobreza y la Indigencia continuarán o incluso se agravarán, pero sin afectar a esos sectores medios y altos, al menos al inicio. La dolarización total de la Economía puede ser el final de la actual política económico-social.
  1. Siendo estas las circunstancias estructurales de la lucha social en la Argentina, el movimiento obrero se enfrenta a un doble desafío. Por un lado debe buscar recomponer la calidad de vida de sus bases en un ambiente hostil. Por otro lado debe darse un proyecto propio que permita, una vez agotado el nuevo giro del proyecto conservador, contar con estrategias para establecer un Sistema no pendular de progreso social y desarrollo nacional que eluda la retaliación inflacionaria por parte de los sectores dominantes de la economía. Deberá luchar por detener el avance depredador del capitalismo salvaje, acorto plazo y para sobrevivir. Pero además, hacia el futuro, se verá obligado a sumar a la lucha reivindicatoria, una nueva construcción política hegemónica que lleve al uso social del excedente económico, o sea a la difusión democrática de la propiedad  en función social, cuyo sujeto sea el Trabajador Propietario.







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